Brasil acaba de elegir a su primera mujer gobernante

Brasil acaba de elegir a su primera mujer gobernante Dilma Rousseff es la primera mujer elegida para gobernar Brasil. Apoyada por el actual presidente Luis Inácio Lula de Silva llega a ocupar el cargo con 62 años de edad y una larga trayectoria política. La segunda vuelta del domingo 31 de octubre le dio la victoria. Dilma Rousseff parecía ser la persona ideal en suceder a Lula, después de haberse encargado de la secretaría general del gobierno, el cargo más importante de la administración y con poder de decisión directo sobre las acciones del Poder Ejecutivo. La sucesora de Lula es una economista, hija de un inmigrante búlgaro y una brasileña que tuvo sus primeros pasos como militante política de orientación comunista. Formó parte del Comando de Liberación Nacional (Colina) que buscó a fines de los sesenta derrocar la dictadura militar que gobernaba el país. En 1970 fue capturada y torturada permaneciendo en prisión por tres años. Luego de su liberación siguió su carrera política uniéndose al Partido Democrático Trabalhista (PDT). Aún cuando no participó de ninguna elección con anterioridad, desde el inicio de su candidatura a la presidencia, fue la favorita en las encuestas de opinión. Su fama es la de la líder dura y bastante incisiva. Ha tenido el apoyo indiscutible de Lula toda la campaña y hay quienes no dudan en decir que solo gracias a su apoyo ha logrado la victoria. Lula y su gobierno cuentan con el casi 80% de aprobación. Tal vez para suavizar un poco su imagen, poco antes de iniciar la campaña, Dilma se sometió a una renovación de su imagen, en la que incluyó una cirugía plástica y un nuevo peinado. Dilma y Lula han llorado juntos de alegría tras saberse del éxito en la segunda vuelta de la primera. "Un líder como él nunca estará lejos de su pueblo. Llamaré mucho a su puerta y estoy segura de que la encontraré siempre abierta. (…) La tarea de sucederlo es difícil y desafiante. Pero sabré honrar su legado. Sabré consolidar y avanzar su obra" fueron las palabras de Rousseff.